Bares
en Sevilla que tengan todas las paredes cubiertas de cuadros con imágenes de
Cristos y Vírgenes de las distintas Hermandades hay muchos, y en muchos de
ellos puedes tomarte el típico montadito de pringá,
pero no en todos puedes disfrutar al mismo tiempo del olor del incienso provocado
por un pequeño botafumeiro que cuelga del techo en medio del bar, mientras suenan
marchas de Semana Santa.
Ese
pequeño rinconcito, y digo pequeño porque no son más de 20 metros cuadrados, está
situado en pleno centro histórico de Sevilla, en la calle Mateos Gago, 29, y en
él puedes disfrutar de este placer en cualquier época del año. Comenzó su
negocio hace ya 21 años, y es parada obligatoria que todo el mundo tendría que realizar.
En
La Fresquita, y se llama así, como habréis imaginado, por ser una forma
cariñosa de denominar a la cerveza, son tan fanáticos por la Semana Santa que
van contando los días que quedan para que comience de nuevo la misma.
Pero
no te creas que ahí queda todo, puedes probar y disfrutar las típicas tapas de
ese bar, como son la carne con tomate y las espinacas con garbanzos, con el
mejor ambiente y recibiendo una excelente atención de los simpáticos camareros.
Y no, no le estoy echando tantas flores al bar porque conozca a alguien de
allí, simplemente me parece que es la pura verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario